Cada uno de nosotros tiene su propia cruz que llevar y, a veces, nos sentimos agobiados.
Sin embargo, a medida que avanzamos en nuestro propio camino, sentimos la motivación ya que la Madre siempre nos da las palabras de amor animándonos a continuar y ser pacientes.
Por eso, cada vez que nos encontramos con alguien que se siente desconsolado, tendemos a animarlo y ayudarlo ofreciéndole las palabras del amor de la Madre.
Gracias a las palabras de amor desbordante de la Madre que nos hacen siempre felices y alegres cada vez que nos encontramos.
El amor de la Madre está más allá de las palabras, gracias por todo.
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