Me siento muy agradecida por esta campaña porque me ha recordado que lo que más necesitamos es el amor de la Madre.
Me ha hecho darme cuenta de que para sentir verdaderamente el amor de la Madre en mi vida diaria, necesito participar en la naturaleza celestial que la Madre quiere que busquemos. Ser amables y comprender las situaciones de los demás nos ayuda a obtener una comprensión más profunda de lo que es el verdadero amor.
Mi amor por ti se muestra simplemente preguntando: “¿Cómo te sientes?”. Dar gracias a quienes nos sirven en nuestra vida diaria y preguntarles a los demás sobre sus pensamientos, mientras escuchamos activamente, ayuda a crear conexiones significativas.
Cuando practicamos estos sinceros actos de amor en nuestros hogares, lugares de trabajo y dentro de la iglesia, podemos sentir que se produce un cambio dentro de nosotros. Gracias por el recordatorio de vivir con más compasión y comprensión.
¡La amamos Madre!